"Sólo necesitas la luz cuando se está consumiendo. Sólo echas de menos el sol cuando está nevando. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir... Sólo sabes que has estado en lo alto cuando estás de bajón. Sólo odias la carretera cuando echas de menos tu hogar. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir. Y la dejas ir...
Mirando fijamente el fondo de tu vaso, con la esperanza de un día hacer durar un sueño. Pero los sueños vienen muy despacio y se van tan rápido... La ves cuando cierras los ojos. Quizá algún día entiendas por qué todo lo que tocas se acaba muriendo.
Pero sólo necesitas la luz cuando se está consumiendo. Sólo echas de menos el sol cuando está nevando. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir... Sólo sabes que has estado en lo alto cuando estás de bajón. Sólo odias la carretera cuando echas de menos tu hogar. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir. Y la dejas ir...
Mirando fijamente el techo en la oscuridad, el mismo y viejo sentimiento de vacío en tu corazón porque el amor, viene tan despacio y se va tan rápido... La ves cuando te quedas dormida pero nunca la acaricias y nunca se queda. Porque la has amado mucho y te has sumergido tan profundo...
Pero sólo necesitas la luz cuando se está consumiendo. Sólo echas de menos el sol cuando está nevando. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir... Sólo sabes que has estado en lo alto cuando estás de bajón. Sólo odias la carretera cuando echas de menos tu hogar. Sólo sabes que la quieres cuando la dejas ir. Y la dejas ir..."
Quién me lo iba a decir a mí... A mí, que siempre pensé que si pasaba algo así sería al revés y ya ves. En realidad no sé de qué me asombro. Soy la chica del pelo indomable y las malas decisiones, aunque ahora todo el mundo me diga lo valiente que soy y lo necesario que era dar este maldito paso. Y no. No me estoy arrepintiendo. Es sólo que duele. Duele no sabéis cuánto. Antes también dolía, son diferentes tipos de dolor. El anterior, al parecer, no llevaba a ninguna parte. El actual, dicen, es necesario para seguir. Pero eso no es lo peor de todo. Ni el dolor acechando para atacarte en los más débiles momentos. Ni los recuerdos palpitándome a la altura del esternón desacompasando lo que queda de mi corazón. Ni que hubiera preferido que fuera de otra manera ni que hubiera esperado mi vida entera si hubiera hecho falta. Ni siquiera la maldita y punzante incertidumbre que va a reinar durante no sé cuánto tiempo.
The Passenger - "Let Her Go"
Traducción libre mía.
Quién me lo iba a decir a mí... A mí, que siempre pensé que si pasaba algo así sería al revés y ya ves. En realidad no sé de qué me asombro. Soy la chica del pelo indomable y las malas decisiones, aunque ahora todo el mundo me diga lo valiente que soy y lo necesario que era dar este maldito paso. Y no. No me estoy arrepintiendo. Es sólo que duele. Duele no sabéis cuánto. Antes también dolía, son diferentes tipos de dolor. El anterior, al parecer, no llevaba a ninguna parte. El actual, dicen, es necesario para seguir. Pero eso no es lo peor de todo. Ni el dolor acechando para atacarte en los más débiles momentos. Ni los recuerdos palpitándome a la altura del esternón desacompasando lo que queda de mi corazón. Ni que hubiera preferido que fuera de otra manera ni que hubiera esperado mi vida entera si hubiera hecho falta. Ni siquiera la maldita y punzante incertidumbre que va a reinar durante no sé cuánto tiempo.
Lo peor de todo es todo lo que no. Lo que ya no.
Y el miedo. Sobre todo el miedo.
Besos con marca.