Resumen dominical.

Ir al trabajo.

Llegar a casa y comer.

Echar una cabezadita.

Arreglarme.

Ir a Punta Umbría.

Gastar. Unas sandalias de tacón. Porque yo soy muy femenina.

Gastar. Una tobillera. Porque aún no he tenido una este verano.

Gastar. Un regalo para un amigo. Porque soy así de buena gente.

Gastar. Mi primera puta multa. Porque soy gilipollas y no vi la Zona Naranja.

Dioooooooooooooooooooos, me cago en la puta, joderrrrrrrrrrrrr. Ya. 

Desde luego, después de una tarde genial con mis padres, paseando, merendando, viendo tiendecitas... Y cuando vuelvo al quinto coño a por el coche, me encuentro con la multita de los cojones. 90€ la broma, ¿verdad? Menos mal que está la opción de pagarlo en el parkímetro... En fin, que ni mucho menos me ha jodido el día, pero sí que me he acojonado por un momento... Ains...

Me queda medio mes de trabajo. No sé qué va a pasar después, pero no estoy asustada ni preocupada en exceso ni nada, solo pienso últimamente en disfrutar de lo que tengo, de lo que se me presente y de hacer las cosas lo mejor que pueda.

Estoy rara, sigo rara, como conté hace un par de entradas. Pero es lo que hay ahora, el momento en el que estoy y tengo que aprender a lidiar con ello. Además, tengo leche de burra en el trabajo. Eso lo compensa todo.

Besos con marca.