27 de abril de 2009

De limpieza y suciedad.


1, 2, 3. Yo te quería y se interpuso la lejía.
1, 2, 3. Yo te adoro y sólo hablamos de Ajax Cloro.
1, 2, 3. Yo te trabajo y tú me das el estropajo.
1, 2, 3. Quiero follar, aparta ya el Vim Limpiahogar.
LKan - Te prefiero sucio.
Te prefiero sucio, eh...
Pues sí, damos bastante asco fisiológicamente hablando. Estoy haciendo los apuntes sobre Enfermería Maternal para Belén y para mí mientras ella se encarga de los de Enfermería Médico-Quirúrgica. Llevo liada toda la mañana y parte de la tarde con el tema de la gametogénesis, de la fecundación, de los cambios que se producen en el cuerpo de la mujer tooodos los meses y durante el embarazo... Es un asco, la verdad, te pones a pensarlo y por muy bonito que sea todo el tema de la maternidad, fisiológicamente es un asco.
Peeeeeero, aparte de que no hay más remedio y me he comprometido a hacer estos apuntes, ha sido una de las asignaturas a las que más he ido este curso y, al contrario de lo que parecía, es de las que más me está gustando. Cuando las chicas entran en la carrera de Enfermería, muchas lo hacen para después acceder a ser Matronas. Cuando yo escuchaba esto me quedaba un poco flipada con la cantidad de gente que quería hacerlo y no entendía el porqué. Ahora incluso me gusta todo esto, pero sigo sin tener vocación (ni ganas) de ser matrona.
Ahora, que para ganarme a la profesora, le dije que si me iba a Inglaterra, me iría a Brighton porque por lo visto allí hay una escuela de Matronería (que no Masonería) importante. Ella me animó a hacerlo. Yo, en realidad, si me voy a Brighton será porque es bonita y porque tiene fama de tener unos bollitos muy tiernos y blanquitos. Ya me entendéis.
Y aunque la reproducción sea muy fea, follar es muy bonito y placentero. Así que, que os den mucho y disfrutad, que se acerca el puente de Mayo. Sed buenos con mamá.
Besos con marca.

9 de abril de 2009

Los jueves, mujeres. 9: La Virgen María (y José).

Desvelada. Las cinco de la mañana. Los pájaros cantan. Es Jueves Santo. He fumado un cigarro que le he quitado a mi madre y he bebido mucha agua porque el cigarro me ha dado asco. Ahora me duele el estómago y tengo náuseas. Creo que en cualquier momento podría vomitar sobre el teclado. Me he saltado la dieta y me siento asquerosa. Pero a la vez me gusta cómo me veo ahora mismo, me gustan las piernas que me hacen las mallas y me gusta ir de negro. Me gustan los músculos de mis brazos y el poco peso que llevo perdido. Y aún así, me sigo dando asco.

También me duelen los pies. He andado mucho hoy sobre unos tacones en un arranque de vanidad. Busco vanidad en la RAE porque no sé si el significado es apropiado para lo que quiero decir. Me siento la cara sucia porque algunas lágrimas han arrastrado maquillaje que debería haber quitado. Me siento sucio el pelo porque el fijador que intentaba crear un peinado esta tarde me lo deja duro. Me siento sucia en general porque me ha venido la regla cuando aún no me tocaba y la odio.

Miro fijamente la pantalla y se me nubla la vista. Puedo dejar la mente por unos instantes vacía. Es raro. Yo no sé dejar la mente en blanco. Pero por unas décimas de segundo soy capaz de conseguirlo, antes de que el sabor del cigarro vuelva.

No sé si ella habrá dejado de fumar, pero me imagino un beso suyo y creo que sabe a tabaco. Recuerdo haber ido con ella a comprar tabaco en una ocasión. Sentía el corazón palpitar fuerte contra mi pecho. Qué excitante y prohibido. Me sacó del instituto para hablar sin que nadie nos molestase y fuimos a un estanco que hay cerca. Desde entonces ese estanco me recuerda inevitablemente a ella.

Y el tabaco. Y los besos con sabor a cenicero. Y el instituto. Y la Semana Santa. Y el centro de Huelva. Y Huelva entera.

Y no consigo despegarme de los poros el olor de su pelo. Y si miro al frente sólo veo sus labios, que son tan finos que en otra mujer no me hubieran gustado. Y si me quedo en silencio sólo escucho su voz como si proviniera de los auriculares que llevo puestos y que están en silencio. Y me veo en esta tarde diciéndole que quiero irme de aquí. Y ella me anima. Y si me anima, yo me muero. Y hoy he muerto varias veces porque lo que quería oir era un "quédate conmigo" de su boca.

Porque cuando le dije que sólo una persona podría retenerme aquí, me refería a ella. Porque no era mi madre. Porque la habría empujado contra la puerta de esa tienda donde estaba y la habría besado. Y me la habría follado allí mismo, me la habría comido, si se hubiera dejado.

Pero ella me anima a que me vaya de aquí. Cuando le digo que me iría con la primera persona que me dijera que me va a llevar a un sitio nuevo, me refiero a ella. Pero ella me anima a que me vaya.

Y yo me voy. Le doy dos besos y algo parecido a un abrazo y empiezo a morir en el momento en el que, como tantas otras veces, me separo de ella. Y me pongo desde un sitio donde pueda verme por si se le ocurre lanzarme una mirada, yo no pueda perdérmela. Y no me mira. Y se me rompe el corazón un poco más con cada paso que avanza la procesión y cada minuto que pierdo de estar con ella.

Y me doy cuenta realmente de la envergadura de la mierda que es esta situación y de lo que tengo que hacer para que se acabe: IRME. Y además sé que ella me anima.

6 de abril de 2009

Highway To Hell

¿Por qué Semana? 
No dura justo siete días. 
¿Por qué Santa? 
Si es cuando a más putas juntas veo por la calle... 


En estos extraños días del año, 
cuando se aprecian aún más las diferencias: 
de dinero-poder, de pensamientos, 
de estilos, de ciencias y creencias; 
en estos días no sé qué hacer conmigo. 


Una mezcla heterogénea de sentimientos 
se me pega a los poros, todo me duele. 
Una despreocupación absoluta. Nada ya me importa. 
Simplemente me despojo de mí misma. 
Dejo sólo mi cara, mi cuerpo y mi par de piernas, 
que me lleven hasta donde la tradición o la novedad, 
la costumbre o la rebeldía, 
la sobriedad o el ansia 
quieran cada año arrastrarme. 


Ojalá que llueva...


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Escribí este poema hace un par de años, justo cuando pasaba frente a mi balcón la Hermandad de Las Tres Caídas. Cada año lo releo y sigo encontrandome con que me define a la perfección en esta época del año que cada vez me resulta más contradictoria e interesante. Ya es muy tarde, pero puede que mañana hable un poco más sobre esto y siga afianzando mi plaza en el Infierno. Feliz Semana Santa. A todos.