31 de diciembre de 2012

Fruslerías (XVII): Especial Nochevieja.

Cuando el año que expira hoy te ha dejado el cuerpo, la mente y el corazón destrozados, hacer balance se convierte en una tarea sobrante. Sabes de sobra lo bueno y lo malo. Intentar rememorarlo todo se hace doloroso y como las cosas, momentos y personas buenas han sido muy contadas, conoces perfectamente cuáles y cómo han sido, así que está de más cualquier lista.

Cuando el año que se acerca cada vez más no tiene pinta, en principio, de ser mejor que el que se despedirá esta noche entre campanadas, gritos y petardos, hacer propósitos como he hecho casi siempre, también está de más. Si por mí fuera, hoy desaparecería después de la cena y no tomaría uvas ni haría nada de lo que hago siempre, pero siempre tienes que guardar la compostura en estas fechas, más aún cuando las últimas semanas se han acumulado las desdichas.

¿Por qué escribo una entrada entonces? Porque hace tiempo que no tengo inspiración alguna y no quiero que penséis que me he olvidado de este rinconcito mío y, por extensión, de vosotros. Quería daros las gracias a los que estáis siempre ahí, ya sea leyendo solamente, leyendo y comentando, escribiéndome mails, buscándome en las redes sociales. A los que comentáis sin leer o sin usar la comprensión lectora no, a vosotros que os den carbón del malo. Y a los que todavía intentáis atacarme usando este espacio, ni la hora. En este 2013 espero volver a ser yo y volver con fuerza al blog, con algunas ideas que me rondan.

Y precisamente, al año nuevo, sólo le pido fuerza. Fuerza. Fuerza en todos los aspectos. Fuerza física, buena salud. Fuerza de voluntad, para ser capaz de conseguir la gran meta que me he propuesto: estudiar todo el año para sacar las oposiciones EIR en 2014. Y también para ponerme en forma de una vez por todas, esta vez por salud y amor propio a partes iguales. Nada de me apunto al gimnasio y luego no voy, no. Por mis medios, comiendo como es debido y con una rutina de ejercicio que no quiera dejar a los dos días. 

Pero sobre todo, le pido fuerza psicológica y sentimental. No sé si esta expresión, "fuerza sentimental", existirá, pero la necesito. Se avecinan cambios y acontecimientos llamémoslos "duros" en mi entorno y siento sobre mis hombros un peso que no debería estar cargando, pero ahí está y no se puede eliminar con una simple sacudida.

Así que, como habéis podido ver, mi gran propósito para el año 2013 es:
SER FUERTE.

Espero que paséis una Nochevieja estupenda
y una entrada de año genial.
Que estéis rodeados de la gente que más queréis
y que el 2013 sea bueno con vosotros.


FELIZ AÑO NUEVO 2013
Besos con marca.

23 de diciembre de 2012

Claqueta: Toma 4


Hacía ya tiempo que no escribía una entrada sobre alguna peli vista recientemente y como esta semana he sido buena y el tema de esta quincena de uno de los cursos que estoy haciendo está ya finiquitado, anoche me vi dos pelis que tenía pendientes y hoy toca comentarlas un poco.

(La entrada puede contener spoilers a partir de aquí:
lee con cuidado.)

La primera que vi fue Closer: Cegados Por El Deseo (2004).


Llevaba tiempo queriendo verla porque siempre me habían hablado bien de ella y como hace poco también me la recomendó una chica con la que hablo a menudo por Twitter, me la bajé y me la puse. La verdad es que no iba con demasiadas expectativas con ella, pero aún estoy esperando que alguien me diga por qué es tan buena y por qué me la recomendaron tantas veces.

La película, según el cartel, va de amor. Pero para mi gusto, es un film que va sobre deseo y sobre todo sexo, sin ver una sola escena de sexo durante más de hora y media que dura la cinta. Te enteras de lo que pasa la mayoría de las veces porque los personajes hacen referencia a esos hechos una vez han sucedido y no porque veas gran parte de la acción salvo momentos concretos. La elegancia de la que algunas críticas hablan a la hora de emplear la elipsis no la veo por ninguna parte, al contrario, me deja con una sensación imperiosa de vacío.

Alice (Natalie Portman) y Daniel (Jude Law) son una pareja que se ha enamorado locamente a primera vista para pronto pasar a ser un triángulo amoroso cuando él, escritor de necrológicas que tiene su oportunidad como novelista, va al estudio de Anna (Julia Roberts) para las fotos de la contraportada del libro que va a publicar. Entre Daniel y Anna surge también una atracción casi instantánea pero cuando ella le rechaza al saber de la existencia de Alice, él se la juega haciéndose pasar por ella en un chat porno y mandando a Larry (Clive Owen), el cuarto en discordia, a un sitio donde sabe que estará ella para que le proponga mantener una relación sexual. Lo que ninguno de ellos sabe es que Larry y Anna se acabarán enamorando y casando.


El triángulo se convierte así en un cuadrilátero casi propiamente dicho, porque todos los protagonistas lucharán por mantener el amor y el deseo de quien "ocupe su corazón" en ese momento, por decirlo de alguna forma. Matrimonio, infidelidades, divorcios interrumpidos, huidas, mentiras que son verdad, verdades que son mentira, querer lo que es de otro, querer lo que una vez fue nuestro y dejamos escapar... Y para mi gusto, una película poco creíble que sólo me ha gustado en cuanto a estética y fotografía, pero que me ha resultado bastante plana y aburrida, intensa sólo en poquísimos momentos a pesar de ser constantemente vendida como sensual y provocativa, adjetivos que, desde mi punto de vista, no se merece. También quería destacar que a pesar de ser Jude Law uno de mis actores favoritos, en esta película Clive Owen se lo merienda con facilidad: está soberbio en su papel. Y además, me reafirmo en que Natalie Portman solo me ha gustado en Cisne Negro y en que Julia Roberts va ganando con los años: a pesar de la sensualidad y el descaro que derrocha la primera, la segunda es la que capta mi atención desde el primer momento en el que aparece con esa melenaza.

Cuando terminó miré qué otras películas había hecho el director (Mike Nichols) y no sé si tendrá que ver, pero en 1967 dirigió El Graduado y nunca he deseado tanto en mi vida que terminase una película como me pasó con ésa, así que ahí lo dejo...


La segunda fue Savage Grace (2007) y lo cierto es que no había oído hablar nunca de ella. Me la topé echando un vistazo a las películas en las que había participado Belén Rueda (no sé por qué estaba haciendo yo esto, pero sé que me queréis igual) y al ver que la protagonizaba mi adorada Julianne Moore, me la bajé y me la puse tras el chasco de Closer, a ver si la cosa mejoraba.


Dirigida por Tom Kalin, cuenta la historia de los Baekeland, herederos de la gran fortuna de los explotadores de baquelita. Centrada sobre todo en Bárbara (Julianne Moore) y en su hijo Tony (Eddie Remayne) y basada en hechos reales, nos presenta a Bárbara, una artista algo frustrada, caprichosa e inestable que ama casi a partes iguales a su hijo y al dinero y las apariencias. Es un animal social que sin embargo, a los ojos de su marido Brooks (Stephen Dillane), no es capaz de mantenerse a la altura de su nivel social. El pequeño Tony, un niño inteligente, curioso y especial, crecerá sabiendo que no cuenta con el cariño de su padre, lo que estrechará aún más su relación con su madre. Además, desde niño, Tony mostrará tendencias homosexuales que nos dejarán entrever muy sutilmente y que se confirmarán cuando conozca a Jake (Unax Ugalde) aunque intente ocultarlo saliendo con Blanca (Elena Anaya). Cuando Blanca sea seducida por Brooks, la mente de Tony se desestabilizará aún más y empezará una cruzada personal por atraer la atención de Brooks y restaurar el matrimonio de sus padres, además de volverse enfermiza la relación que lo une con su madre, que será capaz de lo más bajo por intentar "curar" la homosexualidad del joven, hecho que, por lo que iremos descubriendo, nunca aceptó.


Otra película bella en cuanto al cómo pero extraña en cuanto al qué y al cuánto. Como en la anterior, no me ha hecho empatizar con ninguno de los personajes, que en pocas ocasiones presentan con la intensidad que pretenden transmitir con los hechos narrados. El ritmo es algo lento durante la primera mitad de la película y algo rápido, sin profundizar, en la segunda parte, en la cual podrían habernos hecho entrar mucho más en las mentes cada vez más trastocadas de los personajes. Morbo buscado de forma fácil y algo de manipulación de una historia real que provocó la reacción de alguno de los protagonistas tras su estreno. Si por algo merece la pena verla, en mi humilde opinión, es por el inesperado (aunque frágil y ligero) final y por supuesto, por la bellísima Julianne y su personaje, que es de lo poco que hay en el film que nos pueda deslumbrar: una mujer patética y atractiva a la misma vez. No os vayáis a flipar las fans de la esquelética Elena Anaya porque, aparte de dos palabras mal contadas y dos muecas, lo máximo que hará será ofrecer su cuerpo desnudo en una paupérrima escena de cama. (O sí, quizá ya esteis buscando la película como locas, allá vosotras.)

Una historia mal desarrollada a saltos que podría haber dado mucho más de sí y que se pierde en la provocación mal conseguida y en la ida y venida de personajes irregulares que llevan a un final que, sin ser un horror, tampoco es una obra maestra. (Imprescindible verla en VOSE para apreciar la mezcla de nacionalidades que se perderían con el doblaje, ya que se rodó íntegramente en España al no conseguir financiación estadounidense al tratar de forma tan directa el incesto y toparse de bruces con la moraliadad americana.)


Y ahora, cómo no, te toca a ti contar tus impresiones si has visto alguna de las dos películas, si no estás para nada de acuerdo con mi opinión, si debería volver a ver alguna de ellas fijándome en algún detalle, si quieres recomendarme algún otro film a raíz de estos dos...

Y todo lo que se te ocurra.
Besos con marca.

17 de diciembre de 2012

Ay, paciencia...


"Te juro que esto no es masoquismo, que se asemeja más a una terquedad. Tampoco creo que sea autocariño si cada vez duele más... Si cada vez duele más... ¡Ay! paciencia ven a verme que tenemos un mambo pendiente. Experiencia es lo que consigo cuando no consigo lo que quiero. ¡Ay! paciencia ven a mí, ya hace tiempo que me vienen hablando de ti. Mientras tanto, sigo tropezando con la misma piedra, llorando el mismo llanto. Mientras tanto, sigo tropezando con la misma piedra, llorando el mismo llanto. ¡Ay! paciencia ven a verme que tenemos un mambo pendiente."
Álex Ferreira - Ay! Paciencia


Últimamente me cuesta escribir, así que prefiero dejar que otros hablen por mí a través de sus canciones. Hace poco descubrí en un blog de diseño a este dominicano afincado en España, me guardé su disco en Spotify para escucharlo más adelante y hoy me ha saltado y asaltado esta canción en el modo aleatorio. Me ha gustado, me ha parecido sencilla, delicada y que decía exactamente lo que tenía que decir en pocas palabras.


Ay, paciencia... Ven a verme...
Besos con marca.

6 de diciembre de 2012

La mirada que nos cambia.


Todos los que no entienden de perder te dirán: "No pasa nada, la vida seguirá". Todos los que no saben de soledad te dirán: "Todo se olvida, otro ocupa su lugar". ¿Cómo van a saber si no han nadado en la profundidad? Ya conocerán la verdadera sensación del mar.

Lo que a tu lado fui, me lo guardaré. Solo pido que deje de doler.
Lo que a tu lado fui, me lo guardaré. Sólo pido que deje de doler...

A todos nos tocará enfrentar por primera vez la mirada que nos cambia. ¿Acaso no es algo natural buscar en los demás el consuelo que nos falta? Ya te encontrará, siempre te va buscando la verdad. Un día entenderán lo poco que va quedando en su lugar.

Lo que a tu lado fui, me lo guardaré. Solo pido que deje de doler.
Lo que a tu lado fui, me lo guardaré. Sólo pido que deje de doler...

Sólo pido que deje de doler...

Julieta Venegas - Ya conocerán

Tengo esta canción metida en la cabeza y no me la puedo sacar.
Qué jodidamente paradójico, ¿no?


Besos con marca.