22 de julio de 2013

Día 1.

Estoy de mala hostia. Así sin más. ¿Porque son las tres menos algo de la tarde cuando empiezo a escribir esto, estoy con un tazón de cereales y un té en el estómago desde esta mañana y tengo hambre? ¿Porque Telecinco ha puesto "Frágiles" los lunes y me coincide con "Pulseras Rojas" en Antena 3? Pues puede. Pero me hierve más la sangre al pensar en la última noticia que leí anoche antes de acostarme o en las que acabo de leer en el que será el último periódico Mundo Sanitario que me llegará a casa porque he tenido que dejar de pagar el SATSE, con todo lo que eso implica.

Anoche, con algo de sueño, me fui a la cama y antes de echarme a dormir me puse a leer tweets. MAL. ¿Para qué? ¿Para enterarme de la nueva jugada del Partido Popular contra la población española y querer venir a borrar mi última entrada porque al final me van a hacer tenerle asco a este país? Os dejo el enlace a la noticia de la "nueva estadística de Mato sobre maltrato" en el diario Público...


...porque me gusta la imparcialidad con la que intentan redactar la noticia, pero sin dejar de advertir al final que con esta medida se quedan fuera de los datos las heridas leves, las maltratadas de forma psicosocial y las que no acudan al hospital. Y ya sabemos que, lo que no se visibiliza, no existe. Así que, de cara a la galería y al mundo en general, que se ve que es lo que le importa al partido que nos gobierna, sólo existirá el maltrato letal y el que suponga hospitalización. Porque total... Si te pega es que te quiere mucho, ¿no?


He leído reacciones nada desacertadas que dicen que si lo próximo va a ser una guía para machotes sobre cómo pegar sin dejar marca o lesionar. Ya os digo yo que no hace falta, que el maltrato SIEMPRE deja marca, aunque no sean rojeces, heridas, moratones, sangrados, hinchazones... Y las marcas invisibles son tan o más duras que las que están a simple vista. Esas marcas son mujeres que llegan a sentirse inútiles, inservibles, menos que cero. Son mujeres que tienen miedo a ser quienes son, a ser libres. Las marcas también son niños y niñas con secuelas casi de por vida, de ahí que antes dijera que la nueva medida era contra la población española y no sólo contra las mujeres. Hijos e hijas con miedo, sin autoestima, disfuncionales o posibles maltratadores en el futuro...

Total, que a pesar de que hoy me espera una prueba dura y quería dormir bien y descansar, anoche me desvelé. Me dije que hoy intentaría no leer ni una noticia que me agriase el día, pero como os decía al principio, este mediodía tenía en el buzón el último número de una de las revistas que me llegaban por estar afiliada al sindicato de Enfermería SATSE. Y como la semana pasada me di de baja porque este verano me han dejado en paro, me he puesto a ojear los artículos de Mundo Sanitario y mi indignación no ha hecho más que crecer.

Primero me han recordado algo que ya había conocido por otros medios: en la última convocatoria EIR, por cada plaza de especialidad enfermera ofertada (936 en total entre todas las especialidades) había dieciséis opositores luchando por conseguirla. Si tenemos en cuenta este dato y pensando que como yo, habrá muchos que hayan decidido presentarse este año por primera vez, el año que viene seremos unos veinte por plaza y la cosa se pondrá un poquito más dura. Hacer la especialidad no es sólo una forma de mejorar en tu práctica profesional, de avanzar, de realizarte. Es una salida profesional a corto/medio plazo porque, a pesar de que especializarte no te asegura el trabajo después de la residencia, sí lo hace durante el tiempo que dura la misma. Además de estar formándote "a pie de cama" y tener tus talleres y tareas, estás trabajando en el hospital en el que hayas conseguido la plaza, por lo que para enfermeras como yo que aún no han tenido una oportunidad en la sanidad pública, esto supone una mejora de la puntuación que tenemos en los baremos de las bolsas de trabajo en las que estemos inscritas, además de una inyección de autoestima y para nuestra economía.

En mi caso también supondría la oportunidad perfecta para independizarme, ya que en Huelva hay poquísimas plazas para especializarse y ninguna de la categoría que yo quiero, matrona. Y tampoco de mi segunda opción, que sería enfermera pediátrica. Todo esto sumado a otro motivo más personal y emocional que tengo, así que imaginad las ganas y la motivación con las que estoy estudiando. La misma que deberían haber tenido los titulados y tituladas recién salidos en esta última hornada si no fuera porque otra de las noticias que me ha hecho torcer el gesto hoy es que ésta será la primera promoción directamente abocada al paro después de mucho tiempo. Si muchos de los que salimos hace unos años (este es mi cuarto verano desde que me diplomé) estamos en la tesitura que estamos... ¿Qué pueden esperar ellos que aparte de no tener experiencia, tienen que vérselas con gente cada vez más formada?

Paso las páginas y veo que la buena labor de una enfermera escolar ha supuesto la retirada del mercado de una chuche que provocaba problemas de salud en los peques que la comían. Se llama Beatriz Robles, trabaja en el colegio Marista de Zaragoza y el acceso inmediato que tiene a los niños y niñas de todo el centro le permitió detectar los diferentes casos y síntomas, notificarlos a Sanidad e Higiene de los Alimentos y conseguir que la golosina se dejara de vender.

(Beatriz Robles en una entrevista para Enfermería TV)

Es curioso pero, si mis datos son correctos, en Huelva capital el único centro escolar que cuenta con un enfermero (al que conocí hace algunos años) es el colegio Marista Colón, de carácter religioso y, obviamente, privado (o concertado lo que sea, vamos, que no es público). Es harto conocido el papel que podría jugar la presencia de un profesional de Enfermería en un centro escolar, hay estudios sobre ello (mi trabajo de Administración y Gestión de Servicios de Enfermería sin ir más lejos era un proyecto sobre esto), hay incluso másteres en Enfermería Escolar. Pensemos, ahora, en la cantidad de colegios de infantil, primaria, secundaria e institutos de enseñanzas no obligatoria a lo largo y ancho de la geografía española y en el número de profesionales que saldrían de esa situación de paro sí, paulatinamente, estos centros fueran incorporando a sus filas la figura de la Enfermera Escolar.

Y ya no sólo el beneficio propio de los enfermeros en paro, sino la tranquilidad de los padres sabiendo que en el centro habrá un profesional de salud que podrá atender a sus hijos de forma inmediata en caso de accidente, que los niños tendrán educación para la salud, los enfermos crónicos tendrán vigilancia... Esto también supondría una descarga de trabajo para los enfermeros de zona, ya que la enfermera escolar podría dedicarse a la vacunación de los pequeños o a la criba de enfermedades y síntomas determinando cuáles deberían acudir al servicio de urgencias y cuáles no. Pero bueno, las ideas muchas veces se quedan en eso, en ideas y en mi mano no está ahora mismo cambiar esto (cuando sea presidenta de gobierno ya hablaremos).

A estas alturas muchos se habrán preguntado que por qué he titulado esta entrada como "Día 1". Pues porque dentro de un rato tengo mi primera clase de spinning y es un día importante para mí. Pero de eso, quizá, hablaré en otro momento. Ahora me voy a poner las deportivas, un sujetador que aguante bien esta pechonalidad y me voy a sudar (más) un rato.

Espero que hayáis empezado con buen pie la semana,
a pesar de todas esas noticias que se afanan en amargarnos.

Besos con marca.

20 de julio de 2013

La Pena.

Hace unos días mi madre me contaba que una conocida está viviendo y trabajando en Estados Unidos con su novio. Por lo visto la chavala está harta de que le pregunten si la situación en España está tan mal como la pintan, si hay tanta corrupción, tanto ladrón, tanta mentira... Cuenta que a veces incluso le da hasta vergüenza decir que es española. Yo, con esto, me suelo indignar, porque me cae mal la gente que reniega de su tierra o la pone por los suelos o se avergüenza de decir de dónde es.

Suelo pensar que los sitios los hace la gente que vive en ellos y que en sus manos está, de alguna forma, el hacer de ese sitio un lugar agradable. Habrá pueblos, ciudades y países con más o menos historia, con más o menos patrimonio, con dirigentes más o menos honrados... Pero eso no implica que sus gentes no puedan ser amables o sus calles acogedoras. Si tú mismo tiras por tierra el lugar en el que naciste, en el que creciste, en el que vives o simplemente el que te acogió cuando tuviste que salir del tuyo por necesidad, no te molestes cuando alguien de fuera venga y lo desprecie, porque tú has sido el primero que no lo has defendido. O ya no hablemos de defender, sino de apreciar.

Yo, por ejemplo, soy la primera que me percato de todas las carencias que tiene Huelva (capital). Hasta hace poco históricamente hablando (1823) pertenecíamos al Reino de Sevilla y era lógico que "la capital" se llevara la mejor parte de todo. Por otra parte, hubo un fuerte terremoto en Lisboa en 1755 que destrozó buena parte del patrimonio arquitectónico de Huelva, además de cobrarse numerosas vidas tanto en Portugal como en España (sólo unas 1000 en Ayamonte, imaginaos) e incluso hasta en Marruecos. Y bueno, luego está la mano del político de turno que gobierne en Huelva (Partido Popular desde 1995), que no sé qué tienen en contra de haber remodelado y mantenido los pocos edificios con historia que nos quedaban, porque la mayoría acaban hechos escombros y dando lugar a nuevos edificios o a solares vacíos que lo único que hacen es "coger mierda". Y no voy a hablar de la ría y los sentimientos encontrados que me produce, porque daría para varias entradas y mi blog no va sobre esto. La provincia de Huelva es cosa aparte. Es bella a rabiar. Tiene sierra, gastronomía, vistas espectaculares, tradición... Tiene costa, dunas interminables, arena blanca y fina y tantísima luz...


Soy la primera que defiende a Huelva a capa y espada y que se partiría la cara si en sus manos estuviera el poder mejorarla. Me gusta su tranquilidad, su poder ir andando casi a cualquier parte, su Muelle del Tinto y su Puerto (aunque ahora una cadena de restaurantes lo haya acaparado tanto). Me gusta mi calle, tranquila cuando tiene que serlo y bien colocada para ser testigo de actos como Semana Santa, cabalgata de Reyes, manifestaciones de todo tipo... Tenemos casi de todo, aunque la oferta cultural y universitaria, por ejemplo, sea mejorable y aunque haya noches en las que el aire parezca que nos va a intoxicar. Y como Huelva, de un modo más general, me gusta España.

Pero llega un día en el que te encuentras con una noticia como ésta...


...y te entran ganas de replantearte todas tus creencias.

El estupendísimo gobierno formado por un puñado de inútiles que otro puñado de inútiles aún más grande nos impuso, aborregados, votando al PP sólo por querer castigar al PSOE, se escuda en motivos de austeridad económica para imponer su ideología en un tema tan controvertido como es el de formar una familia. En un momento histórico en el que buena parte de los países del mundo está dando pasos hacia la igualdad aprobando el matrimonio entre homosexuales, en España (ese país supuestamente tan influenciado por el "lobby gay", según católicosapostólicosromanosyespíritusantoamén) el gobierno insta a las Comunidades Autónomas a excluir de los programas de reproducción asistida a lesbianas y mujeres solteras, poniendo como motivo la falta de problemas para concebir. Además, restringe aún más las condiciones para parejas heterosexuales (edad de los progenitores y tener ya algún hijo natural, por lo que si el problema de infertilidad te ha llegado con algún hijo ya en el mundo, olvídate de darle algún hermano, no te lo mereces). Se amparan en que las Comunidades Autónomas que sí lleven a cabo estos tratamientos a mujeres solteras y parejas de lesbianas, pueden seguir haciéndolo si son capaces de demostrar solvencia económica, cosa que en el estado de crisis en el que vivimos, no creo que sea demasiado fácil.

Por lo tanto, los motivos son supuestamente económicos y no ideológicos. Claro que sí, campeones, claro que sí. No es homofobia velada, qué va, eso somos los del "lobby gay", que somos unos malpensados todos. Venga, hombre... Está más que claro que quieren imponer su modelo heterocéntrico de pareja, de familia y de vida. Que creen firmemente que una mujer que ha decidido formar una familia sin marido o una pareja de mujeres que se quieren y tienen la necesidad de llevar a cabo la consecución de ese amor formando una familia con hijos, no tienen el derecho de que el Estado les ayude a hacerlo. Y ojo, daos cuenta de que he dicho "formar una familia sin marido", no sin "un hombre". Porque esa mujer soltera y esas madres lesbianas tienen padres, hermanos, tíos, primos, amigos. Hombres a su alrededor que las quieren y las apoyan (no en todos los casos, claro, pero en general) y que serán los referentes masculinos de los futuros hijos. Si es que hay que ver estas lesbianas, encima de machorras, caprichosas.


Cuando el Tribunal Constitucional avala el matrimonio entre personas del mismo sexo poniendo al mismo nivel a los diferentes tipos de familia, el gobierno, un gobierno supuestamente democrático, no debería poder seguir coartando los derechos de las familias que ya son legales en todos los aspectos. Pero aquí estamos, señoras y algún señor que me lee. Leyendo día a día cómo siguen queriendo imponer, poco a poco, su forma de ver y vivir la vida. Se cargaron la asignatura de Educación Para La Ciudadanía porque hablaba, entre otros temas, de los diferentes modelos de familia. Y claro, todo lo que no sea padre, madre y muuuuuuchos hijos engendrados porque así lo quiere su dios (y ni se te ocurra usar el condón, si acaso marcha atrás y si tu mujer se queda embarazada o apechugas o te vas al extranjero, tú que puedes permitírtelo, ya que tus leyes también impiden abortar libremente) no se puede considerar familia.

El matrimonio, eso que ellos tanto defienden, tiene como utilidad, entre otras cosas, formar una familia. A veces las partes que forman un matrimonio no quiere tener descendencia, pero otras es lo que más desean en el mundo. Y ya no es simple deseo. Es necesidad, es instinto, es pervivencia. ¿Por qué tengo que gastarme un dineral en tener un bebé? ¿Por qué no puedo tener los mismos derechos que el resto de personas? ¿Por qué no puedo tener acceso gratuito a un avance médico si existe la posibilidad? ¿Por qué formar una familia, para personas como yo está visto como un capricho y para el resto es una simple necesidad? Y no me vale que nadie me diga que podría haber elegido ser heterosexual y haber tenido hijos de la manera tradicional porque ser homosexual no se elige. Se elige vivir o no como gay, lesbiana, etc., pero eso no cambia lo que se es ni lo que se siente. Y pobre del que elija vivir como algo que no es. Ese argumento ya está muy manido y devaluado, de verdad, nadie me va a convencer con algo así.

Por eso, no es vergüenza por ser española lo que siento a veces, con este tipo de temas. Nunca diría que me avergüenzo del país en el que nací, aunque sí lo haga de muchos de los indeseables que lo pueblan. Es pena lo que siento por España. Pena porque haya gente que no pueda desarrollar su vida de forma plena, tranquila y feliz. Pena porque haya gente que quiera seguir controlando la vida de los demás sólo porque se salen de lo que un día algunos quisieron establecer como norma. Pena porque me siguen queriendo convertir en una ciudadana de segunda o tercera clase. Pena porque el Estado, en lugar de protegerme y velar por mis derechos, me pone las cosas aún más difíciles... 

Pena.
Al parecer este es el verano de la pena...


Besos con marca.

4 de julio de 2013

El espíritu olvidado del verano del amor.

Podría escribirte la canción más bonita del mundo. Pero también puedo decirte que ya no consigo ponerme el pijama rojo del osito sin acordarme de ti, de nosotras, de la habitación del albergue, del calor, de la playa, de la medusa, del spa, del puerto, del verano... Quizá sea más ñoño y menos poético. Pero hoy lo llevo puesto y no sé...


Llámame tonta.
Besos con marca.