21 de julio de 2014

Cocoon.

Creo que este blog está dando sus últimos coletazos. Así, sin más. La vida sigue y yo con ella, como buenamente puedo. No es que me haya dejado de gustar el escribir aquí. Ni escribir en general, buena fe de ello pueden dar los nuevos poemas, los poemas a medias en libretas, los versos sueltos en el móvil... Pero definitivamente, estoy en otra etapa. Y dejar este blog "en barbecho" a la espera de algo nuevo, de algo mejor, forma parte de ella.

No me olvido de todos los buenos ratos que me ha dado ni, por supuesto, de todas las personas que he podido conocer (y desconocer) a través de este espacio que siempre sentiré como una parte más de mí. En cuanto sea capaz de organizarme (quién me robaría la organización allá por... 2008), os prometo que volveré a vuestros rincones a ver qué es de vosotros. O debería decir vosotras, en femenino, pues la inmensísima mayoría de mis lectoras y lecturas llevan nombre (o nick) de mujer.

Lo que no sé es si yo volveré a este blog, si cambiará el nombre, la dirección o la forma de dirigirme a vosotras. No os sorprendáis si algunas entradas desaparecen, también forma parte del proceso, de la meta que me he marcado. Ojalá no sea mucho el tiempo que tarde en volver, aunque, como dice el refrán, "las cosas de palacio van despacio".

Y esta chica, que se creía mariposa, quizá apuntó muy alto y quiso volar siendo aún gusano (o capulla). Y no sé qué pasará cuando todo eclosione, pero lo que está claro es que estoy en modo crisálida y que tengo que mimarme, con todo lo que eso conlleva, para al fin, un día, desplegar las alas y volar.

Queda claro que esto es un "hasta pronto" con ganas.
Ganas de todo.


Besos con marca.