"Hirundo
rustica."
Mientras hago nido en el frío
mármol de una estatua
sueño con ser pequeña golondrina
de alas fuertes.
Emigrar cuando el cielo se enfade
cada otoño,
y descargue su enojo contra nuestras
cabezas.
Volar a veces, viento de cara,
desgastándome el pecho.
Otras planear, mecerme en las
corrientes, descanso agitado.
Mi única bufanda, el castaño
rojizo de las plumas de mi garganta;
mi único refugio, el calor rosado
de unas manos que me acunen.
Que el rubor de mis mejillas no sea
de frío
y que hasta a las orejas se me suba
el rojo sol pasión.
Sacudirme la nieve del pelo y
enterrarme hasta los muslos
en la arena de una playa abierta en
piernas.
Volar, explorar, navegar, caminar...
¿Qué más da?
Estaba hablando de pájaros y ahora
están todos en mi cabeza.
Estela
R. G.
12
de Noviembre de 2010