Quien me conoce sabe que me encanta la moda. Y cada vez que hay un cambio de temporada me vuelvo loca y se me va la mano comprando revistas para ver lo nuevo que viene con la nueva estación. Desde que tenía 17 años compro InStyle cada mes. No soy una gran experta en esto, la verdad, y otras revistas fashion de más renombre "me abruman", me resultan menos asequibles. Ayer empecé a leerme la InStyle de septiembre en el trabajo y ahora mismo tengo en la mesa la nueva entrega de Elle y una QéCaña de chocolate para devorar. Ambas. No me he podido resistir. A nada. Ni al chocolate ni al especial Fashion Book de Otoño-Invierno que trae la revista y que me estaba llamando a gritos mientras pagaba en la caja del supermercado del camping.
Puede que ahora mismo haya quedado como una chica frívola como otra cualquiera y puede que haya gente que no entienda qué sentido o utilidad puede tener el examinar de cabo a rabo una revista en la que aparecen pocas cosas que estén a mi alcance, con las que solo me puedo limitar a soñar. Pues precisamente por eso, por el factor de sueños y fantasías, es por una de las cosas por las que leo y me encantan esta clase de revistas.
Por una parte, me entero de lo que se va a llevar y, por consiguiente, del tipo de ropa que me voy a encontrar en las tiendas a las que sí tengo acceso (bendito Amancio). Mucha gente se echa las manos a la cabeza con lo que ve en los desfiles de moda. Es que no se trata de calcar exactamente lo que vemos sobre el cuerpo de las modelos que desfilan en las pasarelas, esas excentricidades, en buena parte de los casos, que han salido de la cabeza (o del culo) de los diseñadores. Seamos realistas. Ni tenemos el cuerpo de esas modelos ni el dinero para permitirnos dichas creaciones. Ah, bueno. Ni los ovarios para ponernos alguna que otra propuesta. Sin embargo, y poniendo un ejemplo de lo que se llevará este O/I, la gracia está en trasladar a nuestro gusto y a nuestro bolsillo todo eso que vamos viendo. Y aquí viene el sencillo ejemplo, rápido y para toda la familia. Tanto en InStyle como en Elle han usado el mismo término para una de las propuestas de esta temporada. La palabra es "Yeti". En las imágenes de desfiles como el de Chanel aparecen chicas practicamente forradas en pelo, que obviamente no es pelo de Yeti y que prefiero no pararme a pensar de qué pobre criatura habrá salido. No se trata de que nosotras vayamos al supermercado asustando niños y viejas por la calle. Pero sí que podemos colocarnos un chaleco sin mangas de pelo (sintético, please) sobre una camisa sencilla o hacernos con unos guantes cuyos puños sean de un suave pelo para darle el toque al look. Con el maquillaje pasa lo mismo. Si las chicas llevan cuatro brochazos en los ojos en tonos morados y naranjas a modo de lienzo cubista, no es para que ahora vayamos nosotras y nos pintemos el párpado como si tuviéramos un hematoma en proceso de curación, sino que debemos saber que esos son los colores tendencia que podemos adoptar a nuestro rostro y nuestras circunstancias. Así es como he ido consiguiendo poco a poco, con los años, hacerme con un criterio propio y con un armario medio decente. Medio, porque siempre habrá cosas que me gustarán y me las pondré porque me salga a mí de la glándula pineal y me dará igual que se lleve o no. Una, que es mu chula...
Luego está la otra cara de la moneda, que creo que me gusta más que la primera. Es la desconexión de una parte de mí misma que hago cuando me pongo frente a una de estas revistas. Mi cabeza se llena de colores, formas, tiendas, ciudades... Me imagino a mí en el lugar de las actrices sobre la alfombra roja, dentro de alguno de esos maravillosos vestidos subida a unos Louboutin. Recorro las páginas a la vez que recorro los huecos de mi armario, formándome ideas y posibles combinaciones con las prendas que ya tengo. Intento visualizar cómo me quedaría ese maquillaje o intento retener en la mente dónde puedo comprar ese champú que seguro irá genial a mi pelo. He aprendido infinidad de trucos y pasos para peinarme o maquillarme, consejos para seguir una dieta o qué prendas favorecen a las formas de mi cuerpo.
Todo eso me hace estar mentalmente ocupada, no pensar en otras cosas, evadirme. Y si ya nos metemos en el terreno de las fiestas, los viajes, las casas de las celebrities o los spa... Me encanta. Me encanta volar con mi imaginación a esos paisajes que te proponen, a los restaurantes, a las maravillosas vistas de ese hotel en París que te recomiendan... Me encanta imaginarme eligiendo la decoración de una enorme casa de dos plantas con jardín en una villa italiana o haciendo mío un pequeño estudio en Londres, lleno de libros, discos, pósters... Me encanta elegir el menú que prepararé para esa fiesta imaginaria, la bienvenida que le daré a los invitados, el modelito que voy a llevar... Pero sobre todo, adoro leer las reseñas que hacen sobre centros de bellezas o spas. Soy capaz de relajarme solo con leer los artículos mientras sueño despierta con unas manos haciéndome un masaje capilar con una crema suavizante que huele a toffee; con una chica a la cabecera de una camilla poniéndome una mascarilla facial mientras estoy envuelta en algas y la habitación huele a gloria; con un oriental prácticamente subido en mi espalda, descargando uno a uno todos mis músculos; con una ducha con agua a diferentes presiones que me quita del cuerpo el chocolate con el que previamente han tratado toda mi piel en un relajante masaje...
Creo que no puedo seguir escribiendo o daré un cabezazo contra el escritorio en el que me encuentro. Voy a empezar a devorar la Elle mientras sigo esperando que me lleguen pacientes. A ver si así, con trabajo, alguna vez me puedo permitir uno de esos increíbles tratamientos que ya con solo imaginarlos me alejan por un tiempo de los malos sentimientos.
Espero que estéis teniendo un buen fin de semana.
Besos con marca.
PD: En un arranque de inspiración (y trabajo) me han surgido varias nuevas ideas para la sección Cuteness, así que mañana y durante unas cuantas semanas más, volveremos a tener nuestra ración edulcorada.
dejarse volar mientras sueñas despierta es geniallll ^^ mis sueños son distintos en general xD pero entiendo a lo que te refieres
ResponderEliminarlo del hematoma en proceso de curación me tiene riéndome sola xDDDDDDDDDDDDDDD
un besito grande! ^^
Te crees que después de leerte me siento como si me hubiese leído una de esas revistas entera? La verdad es que a mi el estilo peludo ese no me gusta demasiado... Pero la moda es la moda.
ResponderEliminarYo algún dia tb me haré una sesion de tratamientos de estos que te dejan como nueva... Ay que gusto tiene que dar!!!
Un beso Butt! :)
A mí en general no me gusta la moda, pero me pirra coger revistas de casas y hacer un cuadernito con mi casa ideal (es muy friki xD), así que, en parte, te entiendo.
ResponderEliminar¡Saludos!
A mi la moda cheti no termina de convencerme, eso si como me vaya de viaje a Laponia, me llevo el kit completo ; )
ResponderEliminarwww.estanochesoyunaprincesa.com
He de ser sincera, al ver que empezabas hablando de moda me ha tirao un poco para atrás pero solo ver la foto de The Real L Word ya me ha cambiado la primera impresión y he continuado leyendo. Asiq ya te tendré yo controlada a ver si sigues con moda o acabamos hablando de la segunda temporada de TRLW!!jeje
ResponderEliminarYo tmb soy más de arquitectura y decoración de casas como Silhouette;)
Igual que digo que la moda no me emociona , un masaje , un spa o cualquier similar ...sin palabrass, jej
ResponderEliminarHaces bien siendo fiel a ti misma y... ARRIBA lo fashion!!!:b xdd
a mi la moda en si no me gusta... irme de tiendas cada vez menos, por el mero echo de que toda la ropa es la misma, siguiendo el prototipo de una modelo. Soy feliz en el rastro xD
ResponderEliminarpero eso de decorar la casa y demás... ¡¡me pirra!! jeje
un besote! :)
No quedas frívola para nada, esto es como un hobby cualquiera, hay a quien le gusta el fútbol, a quien le gusta la cociina, los coches...y a nosotras nos gusta esto!!
ResponderEliminarYo tambien tengo el librito de Elle, me hizo mucha ilusión cuando lo sacas del plástico todo nuevecito y brillante lleno de un montón de looks por descubrir!!!:)
Mira que jamás he reparado en esas revistas...pero tu manera de contar el porqué las compras me ha llamado bastante la atención y me parece una forma bastante original de soñar, imaginar...y de paso saber con antelación lo que se va a encontrar una en la tienda :P.
ResponderEliminarMuchas gracias a tí y a Pau por vuestros ánimos...:)
Un muá enorme^^
Gracias por el asesoramiento. Nunca en la vida me he imaginado con una jaula de jilgueros como pretente que haga Agatha Ruiz de la Prada, a quien por cierto vi una vez en persona e iba que parecia Pippi Calzaslargas XDDD
ResponderEliminarPor otra parte, lamento comunicarte que lo de los masajes no es tan ideal como pones. Si te va el rollo fisioterapeuta, la sesion consiste mas o menos en una paliza en plan dominatrix, y si te va el rollo masajista zen, son muy suaves y untuosos, pero a la minima te notas que te estan tocando alguna zona de alto riesgo, con la consiguiente tension, y entonces el relax desaparece a la misma velocidad que el pellizco de euros que te vale la sesion.
Si queres un buen relax, baratito y choquero, ve a una playa tranquilita y haz el cristo boca arriba. Nada se puede comparar a esa sensacion