Soy como un niño cuando hablo de amor y los niños necesitan atención.

Cuando estoy melancólica, enamorada, de bajón, tontorrona... En esos momentos en los que otra gente quizá escucharía otro tipo de cosas, a mí me gusta escuchar a Chayanne, a Luis Miguel, a Cristian Castro, a Enrique Iglesias... 

*reputación a la altura del pepino*

Pero no me importa reconocerlo, siempre me han gustado, desde pequeña mi madre me enseñó a Luis Miguel porque a ella le gustaban los boleros que cantaba y yo poco a poco me fui aficionando a sus canciones más actuales y algo más poperas, dentro del estilo de latin lover que tienen este tipo de cantantes, claro. Y bueno, Chayanne y Cristian Castro ya pegaron más en su momento y era difícil no conocerlos. Y a mí me encantaban. 

Chayanne era todo un amor para mi amigas y para mí, nos parecía que estaba buenísimo, nos sabíamos sus coreografías, era tan sensual y sexual... La canción "Mira, Ven, Ven" nos ponía perras perdidas, creo que todas querríamos haber follado con él al verlo cantar y bailar aquello. Recuerdo que mi amiga Yoli grabó una actuación suya en algún canal y veíamos algunas escenas una y otra vez porque flipábamos vivas. 

*reputación tocando el subsuelo*

Cristian Castro no nos gustaba tanto físicamente (lo siento, chato), pero sus canciones eran de esas que nos encandilaban, que nos parecían super preciosas. Además, que las letras cantadas con esos acentos latinos, como que sonaban mejor, ¿no? Claro, acostumbradas a ver telenovelas de las de antes como "Cosas Del Amor", "La Usurpadora" o "Rosalinda"... Y no mierdas de las de ahora, como "Un Gancho Al Corazón" (lo siento abuela Lola, pero ir a comer a tu casa y que luego me pongas eso es insufrible).

*reputación insalvable ya, certificando hora de la muerte*

Ahora mismo no sé por qué me he puesto a hablar de todo esto, supongo que por ese extraño proceso de asociación de ideas que desde siempre estoy acostumbrada a hacer (doy miedo a veces, lo reconozco) (por ejemplo, ese "lo reconozco" me ha llevado a pensar directamente en una canción de Estopa que decía "Lo reconozco, fumo porros a diario, me fumo uno y es como poner la radio. Pero por dentro de mi amarga cabeza, siempre tan sola y tan llena de tristeza..."). El caso es que hace un momento he puesto el Spotify para escuchar a Cristian Castro, porque hay un disco suyo que es el que me gusta ponerme en estas horas bajas y no me apetecía ir a cogerlo, pero solo estaban disponibles tres canciones. Pasé directamente a Chayanne y al disco "Atado A Tu Amor". La segunda canción del disco es la que abre esta entrada y la que me ha inspirado a escribir hoy, además del sueño que he tenido esta noche.

Y es que me he dado cuenta de que soy muy niña en lo que se refiere a mi relación con mi chica. Que me pongo hecha una moñas la mayoría de las veces que hablo con ella, que sueño cosas super tiernas, como que le hago cosquillitas o le doy besitos porque ha venido a verme a casa por Semana Santa y yo estoy super contenta... Me he despertado hoy con una sensación TAN bonita... Además, que me gustan mucho las pequeñas cosas pero a la vez me gusta darlo todo y mientras escuchaba la canción he recordado el sueño y he recordado momentos de su visita a Huelva.

Los besitos en el coche cuando la dejaba en el curso que hizo. El paseo por la playa del primer día y que se tumbase con la cabeza en mi piernas mientras yo le hacía cositas en la cara. La sobremesa del segundo día en el puerto, con las fotos, las cosquillitas, el sol que nos daba en la cara y nos adormecía. Cenar a toda prisa un par de Long Chickens para que nos diera tiempo a entrar al cine y ser una de las 4 parejas que había viendo "500 Días Juntos". Hacer manitas en el cine y comentar que el doblaje de Zooey Deschanel en la peli es el de Alice de "The L Word", mientras compartimos una bebida gigante. Llevarte al mejicano, saltarme el Aerobox porque no lo prefiero frente a estar contigo, asistir al curso aunque no me interesase y descubrir a más lesbianas entre las asistentes. Presentarte a mi madre y que estuviérais hablando tan animadas y a gusto, aun sabiendo que ambas estaríais temblando por dentro. Darte la mano por debajo de la mesa. Llevarte a cenar y de juerga con mis amigos. Pasarlo tan bien. Dormir contigo. Despertarme contigo. Hacer la última visita al puerto, que tanto te ha gustado. Prometerte que volveremos y que también nos bañaremos en la playa. Despedidas, pero de ellas no es grato hablar.

He escrito todo eso mientras lloraba y de fondo sonaba "Te Necesito (Aprender A Amar)", de Chayanne también.

Te necesito. Sí, te necesito. Necesito que vuelvas a venir a Huelva, necesito enseñarte muchos más sitios, hacer muchas más cosas contigo. Necesito volver a sentirme como una niña a tu lado. Necesito también sentirme mujer. Necesito verte, olerte, tocarte, saborearte, sentirte. Necesito besarte, abrazarte, que tu olor se me quede pegado y que se me meta en la boca cada vez que me mojo los labios.


Dios, no quería que esta entrada acabase hablando así de todo esto pero verbalizarlo ha supuesto un desahogo grandísimo y ya sabes que si yo no hablo, acabo escribiendo o llorando. Y en este caso he hecho las dos cosas. Me ha sentado bien y puede que ahora sea el momento oportuno de dejar de escribir, postear la actualización, acostarme y seguir soñando contigo hasta mañana.


Besos con marca.