Llorando de noche.

Llevo como unos 20 minutos frente a la pantalla, sin saber qué poner. No sé ni porqué he abierto el blog y le he dado al botón de "Nueva Entrada". Debería estar en la cama, mañana no me tengo que levantar precisamente tarde. Pero estoy fingiendo que veo "Mentes Criminales" mientras espero que el Tramadol me haga efecto, me quite el dolor de la rodilla y me deje grogui, para meterme en la cama y que no me de mucho tiempo a pensar. Soy como una especie de Doctor House, sólo que a mí el dolor de la pierna no me encabrona, me deja hecha polvo. Y las pastillas... Pues eso, me dejan trastocada, me dan un punto de cuelgue que hace que mis emociones estén más a flor de piel que en condiciones normales. Anoche, acabé llorando sin consuelo a eso de las dos y media de la mañana. Y todo, porque me encontré con este video.

No sé si habrá por ahí una versión traducida o doblada, seguramente la haya. En su momento, cuando vi la primera temporada de la serie, vi estas imágenes dobladas al castellano. Pero anoche, en mi turbación fruto de las pastillas y en mi búsqueda de nuevas películas de temática lésbica para descargar, me encontré con esta versión original de la ruptura más increíble que he visto en mi vida. No sé en qué momento empecé a llorar. No sé en qué momento se me hizo un nudo en la garganta y el ritmo de mi corazón varió por un rato. Allí estaba, con la mano sobre la boca para no hacer ruido, llorando mientras veía cómo dos mujeres se follaban bruscamente momentos antes de dejarlo como pareja, después de ocho años de relación. Cómo se agredían con el amor cómo arma de doble filo. Cómo se insultaban mientras querían decirse que se amaban. Lloré, lloré y volví a llorar. Lo necesitaba. Llorar es una de mis catarsis, mi vía de escape. Pero últimamente no me vale para cansarme y dormirme casi al instante, respirando por la boca y sintiendo cómo se me secan los labios por el paso del aire desde el exterior hasta mis pulmones. Últimamente sólo me duermo imaginando que estoy acurrucada en alguna cama junto a alguien. Imaginando cómo unos brazos me rodean, cómo siento un beso de buenas noches en la frente, la boca o la mejilla. Imaginando una respiración acompasada con la mía. Y siento miedo.