"Y era verdad. No sólo no lo había echado de ver, sino que tan natural contingencia no se le había pasado siquiera por las mientes. La veneración que por Nucha sentía y que iba acrecentándose con el trato, cerraba el paso a la idea de que pudiesen ocurrirle los mismos percances fisiológicos que a las hembras del mundo. Justificaba esa candorosa niñería el aspecto de Nucha. La total inocencia que se pintaba en sus ojos vagos y como perdidos en contemplaciones de un mundo interior, no había menguado con el matrimonio; las mejillas, un poco más redondeadas, seguían tiñéndose del carmín de la vergüenza por el menor motivo. Si alguna variación podía observarse, algún signo de revelador del tránsito de virgen a esposa, era quizá un aumento de pudor; pudor, por decirlo así, más consciente y seguro de sí mismo, instinto elevado a virtud. No se cansaba Julián de admirar la noble seriedad de Nucha cuando una chanza atrevida o una palabra malsonante hería sus oídos; la dignidad natural, que era como su propia envoltura, escudo impalpable que la resguardaba hasta contra las osadías del pensamiento; la bondad con que agradecía la atención más leve, pagándola con frases compuestas, pero sinceras; semejante al caer de una tarde apacibilísima. Parecíale a Julián que Nucha era ni más ni menos que el tipo ideal de la bíblica Esposa, el poético ejemplar de la Mujer fuerte, cuando aún no se ha borrado de su frente el nimbo del candor, y sin embargo, ya se adivina su entereza y majestad futura. Andando el tiempo aquella gracia había de ser severidad, y a las oscuras trenzas sucederían las canas de plata, sin que en la pura frente imprimiese jamás una mancha el delito ni una arruga el arrepentimiento. ¡Cuán sazonada madurez prometía tan suave primavera! Al pensarlo, felicitábase otra vez Julián por la parte que le cabía en la acertada elección del señorito."
Del fragmento XIV de Los Pazos De Ulloa
Emilia Pardo Bazán
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"Julián no se me antoja, de momento, enamorado de Nucha. Pero la consideración y la imagen que tiene de ella podrían compararse a la adoración y la idealización que los enamorados suelen hacer del igual en quien depositan sus sentimientos.
Se tiende a ver a esa persona como un ser especial y no en el sentido de que parezca ser alguien único en su especie, capaz de acelerar cualquier proceso fisiológico y lograr lo contrario con el pensamiento y el razonamiento, que también. A lo que me refiero es que se deja de apreciar a la persona en su conjunto, se obvian las cosas naturales del ser humano, los defectos y los más bajos instintos y quehaceres del organismo. Y, en cambio, se ensalzan las virtudes, las bellezas y se cubre al amado o amada de un hermético halo de alteza, perfección y exclusividad.
Pero el viento le despeina el flequillo a todo el mundo por igual, el sol va dorando pieles sin distinción y el agua lava todas las caras a las que se acerca. Y aquel recubrimiento casi mágico en el que antes se envolvía el objeto de nuestros suspiros, a través del cual lo admirábamos como quien aprecia reliquias en las vitrinas de una exposición, va deshaciéndose en tiempo, conversaciones, roces y amor.
Amor. Porque es entonces cuando su flequillo despeinado o su voz algo irritante o esas arruguitas que se le empiezan a marcar en el rostro hacen acto de presencia. Y muchos más de los defectos que desde siempre han estado ahí, completando a ese ser tan especial. Pero en lugar de repelernos cual polos del mismo signo enfrentados cara a cara, aceptamos con brazos, piernas y corazón abiertos a esa nueva dimensión de la personas que antes se nos escapaba.
Es esta, para mí, la mayor diferencia, el paso clave y fundamental entre estar enamorado y amar. Con todas las consecuencias, que ya se verá si son malas o buenas."
3 de Julio de 2011
Estela R. G.
Primer escrito de la temporada de camping. Sabía yo que leer y tener ratos de tranquilidad me inspirarían, igual que el verano pasado en el que muchas de las entradas las escribí en el botiquín. Lo que no me imaginaba era que, dada la poca actividad literaria que he tenido durante estos meses, me fuera a inspirar tan pronto.
Estaba leyendo ese pase en el que se cuenta como Julián, el nuevo capellán de la casa de Ulloa, obvia los atributos propiamente femeninos en Nucha, por la que siente una gran admiración casi fervorosa, como si se tratase de una virgen. Él se olvida, en su adoración, de que Nucha es una mujer recien casada, en edad fértil y con un marido que busca descendencia legítima.
Fue entonces cuando hice, en cuestión de microsegundos, un repaso mental y prácticamente involuntario de mis enamoramientos, de las personas a las que he sentido amar, de quienes han despertado sentimientos en este cuerpecito mío. Vi cómo había, en ese microfilm que acababa de pasar y se había quemado al final, gente que con el tiempo me había desencantado, haciéndome pensar la típica frase de "cómo me pudo gustar si es tal o cual...". Olor a tabaco negro, infantilismo ilustrado, las manos muy largas...
Pero toda cara tiene su cruz. O al revés, no sé cuál es la buena, me pasa como con la cal y con la arena. Y entonces aparecen esas arruguitas alrededor de los ojos que me encantan. Esas pequitas por la nariz y pómulos, esa voz que tanto me tranquiliza, ese estilo de vida con su punto bohemio, esos ojos de loca...
Besos con marca.
PD: El libro me ha gustado mucho. Es cierto que hay una parte en la que hablan sobre unas elecciones en las que participan algunos de los protagonistas que no me ha llamado nada la atención y que he leído un poco de corrido, pero el resto de la obra es maravillosa. Puedes ir haciéndote una idea mental de lo que va narrando la autora: lugares, personas, edificios... Me ha pasado un poco como con La Barraca, que también me gustó bastante. Pero en este caso, el final te deja lugar a imaginar qué pasó y a quedarte con esa sensación final de cerrar un buen libro.
yo siempre me cuelgo de gente con ojos de loca :)
ResponderEliminarson los que te dan vida...
llámame vampira jejeje
Me ha gustado mucho tu reflexión, la verdad es que nunca me había parado a pensar en ello pero, ahora que lo dices, creo que tienes toda la razón.
ResponderEliminarAdemás se agradece esa pequeña explicación dónde explicar qué está pasando, porque al no haber leído el libro no tenía ni idea de lo que estaba pasando xDDD.
En fin, espero que sigas teniendo tiempo para leer y que, cuando llegue la inspiración (y si te apetece) nos dejes leer lo que las musas te dicen.
¡Un beso!
Es la segunda temporada de camping que te leo. Me acabo de acordar de la del año anterior... Ya más de un año leyéndote!! Cómo pasa el tiempo y qué sensación tan rara la de conocer a alguien que en realidad no se conoce.
ResponderEliminarMuaaaaaaaaaaks
Se trata de eso, de querer las virtudes y amar los defectos. Los defectos o "defectos" son los que te enganchan a esa persona, te gusta tal cual: ese flequillo despeinado, las manías, las pequeñas arrugas... todo eso, forma parte de esa persona y, aunque sea ínfimamente, de tí misma también. Es por eso por lo que duele
ResponderEliminarEl estracto del libro muy bueno, no he leído el libro, pero realmente es un estracto que te invita a leerlo...
ResponderEliminarTu reflexión muy buena, creo que son sentimientos que tod@s en algún momento hemos tenido o tendremos, pero no hemos sabido plasmar con palabras como tú has hecho...
Creo que me animaré a buscar ese libro!
ResponderEliminarSaludos
Me ha encantado el escrito Butt!
ResponderEliminarA ver cuando podemos ller el proximo no??
Besos enormes
El fragmento me hizó pensar en mi madre. Quizá por que hablaba de rasgos muy femeninos que por mi orientación, sólo he logrado notar en ella. La mujer que más amo y admiro en el mundo.
ResponderEliminarPaz, Amor y Alma...
Hulu sigo aquí pro muy liado con los peques, y mi bautizo de mar con el kayak, y los peques y mis sobrinos. Ahhhh y los peques que creo que no te lo había dicho.
ResponderEliminarPero sigo aquí y cuando tengo cinco minutillos procuro leertesiempre.
Ciao
Vaya...hacía mucho que no leía algo tan breve y bueno a la vez que distinguiera acertadamente entre amar y estar enamorada...diste en el clavo. Que los defectos dejen de ser odiosos y sean queridos, eso sí que es lo más odioso del mundo.
ResponderEliminarGracias por tus inspiraciones