15 de diciembre de 2009

Las cosas que me joden. Parte III.

Hoy voy a hablar de algo que seguro nos ha jodido a todos algún desayuno o merienda. Se trata de:

LOS (putos) BRICKS DE LECHE.

Los bricks de leche son esos objetos de cartón pintados con motivos diferentes, algunas veces provistos de aplicaciones variadas de plástico a modo de tapón, que contienen obviamente, leche. ¿O debería decir objetos del demonio? Ahora llevan tapón redondo, una anilla para tirar o un trozo de tapa plateada. Antes simplemente llevaban una zona punteada en la que ponía abrefácil. ¿Abrefácil? ¡Mis cojones 33!

El caso es que tú vas a la cocina deseando disfrutar de, pongamos, un buen desayuno. Vas al frigorífico a por la caja de leche y ¡oh, desastre! Te toca abrir una nueva porque no tienes suficiente. "Tranquilo", te dices a ti mismo, "esta vez va a salir bien, no puede ser siempre igual...". Vas a la despensa y miras el brick cerrado con desafío, con superioridad. Lo coges firmemente, sin vacilar. Lo pones sobre la encimera y buscas la manera de abrirlo. Tienes suerte, esta marca trae tapón de rosca, no puede ser tan chungo como el de la pestañita plateada, que nunca sabes por donde va a romperse, dejando un agujero irregular por el que la leche sale a borbotones, haciendo un bonito cerco de leche alrededor de tu taza. Bien, la rosca es fácil de abrir, aunque te ha costado un poco, estaba dura.

Te dispones a echar la leche en la taza. Agarras el brick de forma firme pero suave, no vaya a ser que lo estrujes demasiado y se produzca la hecatombe. Lo levantas de la encimera, lo inclinas levemente y... ¡¡NOOOOOORGHHH!! La leche ha empezado a caer poco a poco en la taza, pero en cuanto ha empezado a coger carrerilla, los borbotones han hecho acto de presencia, dejando un curioso salpicado de estilo surrealista, que va desde tu encimera a tu vitrocerámica, pasando por tus pantalones y zapatillas de estar por casa.

"¡¿Qué habré hecho mal esta vez?!", te preguntas desconsolado... Nada, tú no has hecho nada, son los bricks, que se rebelan contra la sociedad opresora. Vuelves a intentarlo, ya con mala gana, pero no te puedes quedar sin desayunar, ¡es la comida más importante del día! Esta vez el salpicado es menor, ya que en la intentona anterior has perdido leche como para otro café y la caja está menos llena que al principio. Ya te da igual todo, metes la taza salpicada en el microondas y observas con una mirada mezcla de asco y frustración al maldito brick de leche que te ha agriado el desayuno. Ya estás pensando en que la próxima vez que te toque abrir el brick de leche, te bajas al bar de la esquina y que se coma el marrón otro...

Besos con marca.

4 comentarios:

  1. jue....pues seré muy rara.. pero jamás me han pasado esas cosas con los bricks de leche =S

    :)

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  2. hay una manera para k la leche no salga a borbotones! *o* me la contaron ace tiempo xD por la parte de arriba le metes un cuchillazo a modo rajazo y sale el aire x ahi y no sale del plan bestia ò.o xD
    yo lo e probado y aorraba medio bric de leche que se bebia la mesa :3 xDD

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  3. jajaja yo lo que siempre hago es abrir los bricks antiguos, que todavía hay muchos, con tijeras...
    con esos si que he tenido problemas XD

    Pero con los de ahora no...

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  4. Como el brick antiguo, que abría con la tijera, ninguno. Pero vamos, ya le tengo cogido el truquillo y no se sale la leche de la taza (a no ser que esté zombi, que suele pasar a las 6 y media de la mañana...)

    Besotes^^

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