En sólo un segundo.

En estos días han pasado algunas cosas que me han tenido apartada del ordenador. La primera de ellas es que el puto portátil se ha jodido, carga cuando le da la gana y estoy en proceso de sacar todos los datos y comprarme uno nuevo, que en Media Markt hay ofertas. También he estado liada con apuntes y trabajos. Aún no he terminado, aunque ya me he quitado de encima parte del temario de Enfermería Maternal y el trabajo de Técnicas Diagnósticas sobre el cateterismo y la angiografía coronaria. He vendido el coche. Bueno, aún está a mi nombre, pero ya me han dado un señal y mañana, cuando me hayan ingresado el resto, iremos a hacer el cambio de nombre. 6.000€ y el papeleo a medias. Triunfazo teniendo en cuenta como están las cosas. 

Con parte de la señal hice cosas que necesitaba, como por ejemplo pagar el curso de segundo nivel de Reiki que tengo durante el miércoles, el jueves y el viernes de esta semana que entra. En parte tengo unas ganas terribles de hacerlo y en parte me muero de miedo. Puede que ya cuente el porqué. También me fui ayer de compras y cayeron necesidades y caprichos, aunque supongo que caerán más cosas cuando coja el resto del dinero y también compraré algo para mis padres y para mi hermano. Me encanta que algunas cosas me queden mejor desde que estoy cuidándome, se me nota y estoy muy contenta por ello. Aún no he perdido un peso considerable, pero sí volumen y estoy cogiendo músculos en algunas partes, por lo que me estoy poniendo poco a poco mejor y ya no estoy tan fofa. xD Eso sí, el Aerobox me sigue matando y el otro día, sumado a que tengo la tensión descontrolada, me dio un chungazo. Pero sigo viva, como se puede ver. 

Pero lo más importante de haber vendido el coche es que me voy a poder quitar de encima el pago del portátil, comprarme uno nuevo y, por fin, sacarme el carnet de conducir. Algunos pensarán que vaya gilipollez tener coche y no tener carnet, pero tiene explicación. El coche lo gané en 2006 en Alta Tensión y al carnet me presenté dos veces sin éxito al examen práctico y no me quedó pasta para renovar la matrícula y seguir. Así que ahora es otra de las asignaturas pendientes para ser una enfermera completa, porque me es totalmente necesario para moverme y trabajar. ¿Y si he vendido el coche, qué voy a conducir? Pues el Citroen C4 Gran Picasso de mi padre, que va a ser mío sí o sí y que me muero por llevar, que es automático, muajajá. Además tengo que comprarme un secador de pelo nuevo, que cualquier día salgo ardiendo, unas deportivas en condiciones y por fin podré hacerme el tatuaje que tanto llevo esperando.

 

Serán ambos en negro y uno en cada omóplato, aunque aún estoy dudosa sobre el lugar. Porque yo los quería arriba del codo, pero se me verían con el uniforme y no me apetece privarme de trabajar porque algún jefe no quiera enfermeras tatuadas, con lo monas que somos... 

Y bueno, que esta semana, el viernes concretamente, es mi cumpleaños. Cumplo 22 y sigo pareciendo una cría de 16 ó 17, pero qué vamos a hacerle. Haré algo con los amigos el sábado, puesto que el viernes aún tengo curso de Reiki y si va como el año pasado, acabaremos tarde. Tengo ganas de ver a un puñado de gente reunida y pasándolo bien conmigo, cenar, reír, salir de juerga... Así que me espera una semanita cuanto menos curiosa de la que seguramente salga agotada, pero también renovada y con la mente puesta en empollar como una pingüina (perdón, pingüino hembra, que me salta el corrector) para que este junio acabe como tiene que acabar ya de una vez por todas. Es bastante probable que esté desaparecida en combate, pero juro que cuando tenga portátil nuevo volveré a las andadas, que no me apetece dejar rastro marposil en el ordenador de casa. 

Besos con marca.