La enfermera tiene un polvazo. Y punto. / Ché, boludo!

Hoy casi la cago. Por dos veces. Bueno, el día ha sido de cagadas varias. Veamos.  Situación: Estoy haciendo prácticas en una unidad de Neurología y Neurocirugía. O sea, pacientes chungos de la cabeza y el sistema nervioso. La semana pasada estuve junto a una enfermera bastante guay. Me explicaba todo, me dejaba hacer de todo, me enseñaba... Y además, está buena. Tenemos un neurocirujano argentino. Y una mujer ingresada super chunga que tiene de todo según ella y se pasa el día llorando. 

Caso 1 - "Ojalá no aparezca"

Le estoy intentando canalizar una vía periférica a la señora chunga. Está harta de llorar, súper nerviosa... Estoy un rato buscándole una buena vena para canalizar, pero esa mujer tiene hilos, joder, no podía... Viene una enfermera y Jose, mi compañero de prácticas. Ella se pone a cogerle la vía y nosotros hablándole a la mujer, intentando calmarla. 

Jose: -Venga, señora, no se preocupe que ya le van a pasar los calmantes... ¿Cuándo viene su marido? Señora: -¡Ojalá no aparezca! (risa nerviosa) 

Jose y yo: Cara de "what the fuck?" 

Luego nos enteramos que la mujer es separada y fue maltratada por su marido. Joder, ¿qué coño sabíamos nosotros? Primera cagada del día. Aunque esta vez no fue mía. 

Caso 2: "Las paredes escuchan. Las enfermeras podrían escuchar."

Hoy hemos tenido una pequeña concentración a las puertas del hospital para reivindicar unas mejoras bastante importantes. La mayoría éramos alumnos de Enfermería, puesto que muchas de las mejoras nos afectan más a nosotros que a los propios enfermeros. Cuando subimos de vuelta a la unidad, sale del cuarto de baño la enfermera que tuve de adjunta la semana pasada. Melenaza, buen tipo, bastante follable. Hoy no tenía que trabajar, sólo había venido a la concentración. Entramos Jose y yo en el control de enfermería. Éste tiene dos partes: una que tiene sofás, sillas, una mesa, el frigo... donde las enfermeras desayunan, rellenan informes y tal. Luego está la otra zona, donde está todo el material, la medicación. Entramos por la parte de la medicación y como todo está en silencio y no hay personal por medio, me dice mi compañero: 

Jose: -Tiene un buen polvo la enfermera Carmen. 

Yo: -Ya te digo. Bastante, además. 

 ... 

Yo: -No estará ahí, ¿no? 

Me asomo a la parte de los sofás. Efectivamente, estaba ahí. 

Yo (bajito, a mi compañero y con cara de "la hemos cagao") -Hostia, que está ahí. 

Jose (flojito): -Hostia, que se ha enterao...

Yo (fuerte, mientras me lavaba las manos): -Y yo aquí, sacando mi parte lesbiana, qué bien. 

No sabemos si se llegó a enterar o no. Que nos escuchó trasteando por allí, sí, porque me llamó, me preguntó si había ido a la manifestación y se puso a explicarme unos procedimientos. Yo sentía una mezcla entre "joder-como-se-haya-enterao" y "jum-qué-buena-está-me-voy-a-hacer-la-interesante". Estuve un buen rato de buen rollo hablando con ella, echándole un ojo al escote de vez en cuando. Le pregunté si coincidiríamos más veces en la unidad. Me dijo que se cogía las vacaciones después de esta semana y que no volvía hasta Junio. Shit! Le digo que qué pena, que me había gustado trabajar con ella y que ojalá le fuera bien. Ella también me desea suerte y que ojalá nos veamos trabajando. Próximo objetivo: la tía interesante que veo todas las mañanas y que me tengo que enterar dónde trabaja. 

Caso 3: "Ché, boludo, dejá de decir pelotudeces..."

Jose: -¿Has visto a Mayte, mi enfermera?
Yo: -Creo que está pasando con el "ché, boludo".

En ese preciso momento, el "ché, boludo", o sea, el médico argentino, entra por las puertas y se me planta delante. "La cagué", pienso, "como me diga algo cojo el primer objeto letal que encuentre a mi alcance y me mato..." 

Ché: -Vos sabés dónde está la gráfica del "catorse" puerta??? 

Yo: -Ehhhh, sí, ehhh, ahora mismo se la doy... - y se me caían las cosas de las manos. 

Ufff, en serio, lo pasé fatal. Nunca sabes cómo puede reaccionar una persona ante ese tipo de comentarios. Sé que no era nada del otro mundo, pero no lo conozco y podría haberme echado el rapapolvo. Qué miedo pasé, coño. Luego he tenido que aguantar el acoso y derribo de un celador, que no hacía más que meterse conmigo y con mis piercings. Pero me ha servido para ver que las que trabajan en la unidad son majas y me tratan bien, aunque el comienzo de las prácticas no fuese muy bueno. Es lo que le digo a Jose. Que no le caigo bien a la mayoría de enfermeras. EnfermerAs. Con A, femenino. Pero bueno, en fin... Ya queda menos y después de todo, he conseguido tener buen rollo en general, que es lo que importa.

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Esta entrada es un poco rara, pero bueno, necesitaba contarlo. Joder, es que aún no he hablado con Estíbaliz. xDDDDDDDDDDDDDD 

Besos de mariposa, perracos. Espero tener entradas más interesantes la próxima vez. En Septiembre estaré en Urgencias. Seguro que traigo más acción o algo.