The make up routine.

Escuchando música te maquillas a toda prisa, pero tomándote tu tiempo. Te has puesto Lady Gaga con sus temas tan girly que hablan de chicos, fama y fiestas y tú te sientes más lady que nunca. Paras un poco de cantar, no vaya a ser que te saltes un ojo con el rizapestañas. Ya estás vestida, te has puesto la ropa ya hace un buen rato por si el look que habías pensado resulta que no queda tan bien como en tu mente se veía. Tienes todo el cuidado del mundo al maquillarte para no ensuciarte el vestido y te lavas las manos varias veces en el proceso. Hace un rato has sometido tu pelo a temperaturas desorbitadas para dejarlo todo lo liso que la humedad ambiente te ha permitido. Te planteas hacerte algo, pero recuerdas que vas a llevar una boina de lana super mona que hace poco compraste. Antes de que el maquillaje quede como a ti te gusta, te retocas mil veces.

Base, corrector, polvos compactos, blush, varias sombras de ojo, lápiz, máscara de pestañas, eyeliner, labial. Te miras otras mil veces al espejo para cerciorarte de que todo está en su sitio y tal y como tú quieres. Preparas tu bolso. Tiene que tener todo lo necesario para que todo salga bien. Cartera con documentos, monedero, pañuelos de papel, móvil, llaves, espejito, tiritas, máscara de pestaña, brillo labial, cámara de fotos. Sacas las gafas de sol porque crees que no te van a hacer falta, pero al final volverás a casa de día, con el sol saliendo, cuando sabes que el sol molesta más cuando sale y cuando se pone. Te despides de tu familia, no sin antes pasar de nuevo por delante del espejo. Te miras rápidamente desde los diferentes ángulos que te permite el tamaño del espejo y de tu pequeño cuarto de baño. Te ves genial, preciosa, el pelo ha quedado como querías, el maquillaje está en su sitio y el look te sienta de miedo. Dices el último adiós antes de irte, recibes los consejos de tu madre de antes de salir de fiesta. Abres la puerta de casa, enciendes la luz del rellano, cierras la puerta y bajas las escaleras. Entonces has salido a la calle.

Y la calle es dura.