9 de agosto de 2011

Fruslerías. (VIII)

Debo dejar de fumar en sueños porque luego amanece y toso como una enferma adicta a la nicotina de tu piel que se interroga como diciendo "¿desde cuándo tú fumas?". Y es que a mi cerebro le ha dado por soñar cada noche con una tú distinta, esas tú del pasado que, precisamente, pasaron. No sé porqué pero soñaba que me cruzaba contigo y que tus ojos se clavaban en los míos y nuestros labios parecían sellados a posta para no decirnos ni una palabra. Entonces te apoyas en una columna en aquella colmena de gente que iba, venía y esperaba, como tú. No sé qué esperábamos allí como tampoco sé porqué en el fondo de mi bolso había un cigarrillo que mis manos, torpes por haber visto tu cara, buscaron ciegas hasta dar con su tacto. Una chica me ofreció el fuego de su boca y fumé como si llevara toda la vida en ello. Y lo cierto es que el sentimiento lleva en mis pulmones casi toda mi vida, como un cáncer que no se va, que no quiero que me lo extirpen porque le he cogido cariño. Necesito una terapia de cuidados paliativos para acercarme a lo que es estar sana de ti y poder, al fin, querer curarme.


Creo que el placebo está a punto de llegar.
Besos con marca.

5 comentarios:

  1. Guau chica, me ha encantado :)
    me parece muy sexy una chica con un cigarro.....pero que no fume jajjaja

    un besoooo

    ResponderEliminar
  2. Tu debes de tener eso que se llama una paja mental de mil pares.

    ResponderEliminar
  3. Curarse de alguien tiene su qué..., complicada tarea.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. curioso texto, me encanta la gran parte onírica que has añadido en él. Los sueños dan mucho juego, son peligrosos y arriesgados... a veces se nos van de las manos

    Besos y abrazos desde el Teatro Mágico

    ResponderEliminar
  5. me ha gustado por el sentimiento, pero chica,los sentimientosa traves de los sentidos que nos abren al mundo, porque a veces la imaginación...
    un saludo guapa

    ResponderEliminar

Butt ♥ feedback.